La cábala anti-China

 

Mario Diego Rodríguez - 10/12/2025

 

Los consumidores europeos, contra Shein: acusan a la plataforma de prácticas engañosas", Ara; “La moda europea responde al discurso de Shein con una campaña que defiende una moda accesible, justa y hecha con dignidad”, OK diario; “La moda sostenible contraprograma la campaña del gigante Shein”, Cadena SER, “Los juristas explican el camino a seguir contra el gigante de la moda rápida ante las acusaciones de plagio de diseñadores independientes”; “Varias marcas de ropa españolas han lanzado una campaña contra Shein que reivindica una moda accesible, justa y hecha con dignidad”, Consumidor Global.

Y como si lo que precede fuese poco, ayer volvieron de nuevo, en la emisión La ventana, de la Cadena Ser, sobre la deslealtad de las empresas chinas, en particular la de Shein. Desde hace ahora tres semanas, la patronal francesa se convirtió en el buque insignia de la campaña en contra de Shein, plataforma especializada esencialmente en la moda a bajos precios. La Comisión Europea comparte con Francia su preocupación, y como podemos constatar, la prensa española al servicio de la patronal y accionistas del textil, también.

Los argumentos son múltiples y variados. Cuando los promotores de la campaña afirman que el objetivo no es atacar a una marca concreta sino el de proclamar: “el precio no puede ser el único criterio, la calidad de vida de quienes producen, el impacto medioambiental y el fortalecimiento del tejido industrial europeo deben formar parte de la ecuación”, que se lo digan a los responsables de las deslocalizaciones de una gran parte de las empresas europeas.

Sin hablar de las supuestas prácticas engañosas por parte de Shein, lo que supondría que en España o en Francia no existirían. En cuanto al de la moda accesible, tendrán que explicarnos el fenómeno que consiste en vender una prenda nueva por 199,99 € y que en periodo de segundas rebajas se haga por la mitad de precio y a pesar de ello sigan sacando beneficio. La apoteosis del cinismo es cuando hablan de mejores condiciones laborales, puesto que como decía más arriba, la mayoría de las marcas importantes fabrican en el continente asiático.

Si nos fiamos de lo que afirman la patronal y los medios a su servicio, las trabajadoras y trabajadores de Zara, Mango, Massimo Dutti perteneciente al grupo Inditex, de Desigual o el grupo Tendam en España, entre otras, deben estar contentísimos. En cuanto a los verdaderos responsables de esta situación desastrosa, según ellos, serían los consumidores que optan por lo más barato. Si patronal en general y del textil en particular conjunto a los gobiernos no quieren que los consumidores busquen lo más barato, que decidan de subir el salario mínimo por lo menos a 1799,99 euros si es que tanto les cuesta  subirlo 1800.

La cábala anti-China se enmarca en la guerra comercial feroz llevada a cabo por los principales países capitalistas para que el vencedor de esa guerra pueda dominar económicamente el mundo. Mientras, sus trabajadoras y trabajadores son cada vez más explotados sufriendo precariedad y pobreza. El proteccionismo ensalzado por el conjunto de los políticos no sirve para poner un término a dicha guerra comercial, al contrario, la aviva, con el peligro que esta se convierta en una guerra a secas.

No nos equivoquemos, aquí no se trata de derechos humanos, del de los niños o asalariados, se trata de abanderarnos detrás de nuestra propia burguesía para defender sus intereses de clase no los nuestros. Por muy patrióticos que se muestren, la única patria que los capitalistas defienden es el territorio circunscrito en sus cajas fuertes y su idioma la explotación de la clase trabajadora, bien sea española, francesa, china o bengalí…

A pesar de su patriotismo declarado, los industriales del textil no van ni ven más allá de la cantidad que poseen en sus arcas, lo único que les interesa de los consumidores, es recuperar el poco dinero que tuvieron que darles como paga por su trabajo. Es más, si lo que entra en sus arcas no les satisface, no dudarán en llevarnos a una guerra contra China o cualquier otro que les pueda hacerles competencia.